Comunicación Instititucional Fray Mamerto Esquiú OFM
Fray Mamerto aparece movido únicamente por la esperanza de las cosas eternas, por la búsqueda de la gloria de Dios y no de la suya, por la obtención de la eterna felicidad que deriva de la contemplación de su rostro. Está documentado que la esperanza estuvo presente en Mamerto desde la niñez, una virtud que él “fundaba en la misericordia infinita de Dios y no de sus propios méritos”.
Fray Mamerto vivió toda su vida impulsado por “valores más altos”, por la gloria de Dios, con los ojos fijados en Jesucristo. Esta mirada sobrenatural lo distinguió a lo largo de toda su vida y explica su pobreza evangélica y el rechazo a los honores y los cargos.
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“El gran ejemplo y el gran beneficio, sembrado por monseñor Esquiú, -escribía El Iris de Tucumán- no será aquí olvidado. Si este ilustre Prelado supo con su caridad fundar vastísimo Taller donde dar trabajo y salario a cuantas mujeres carezcan de recursos y lo deseen, aquí se proyecta algo de más trascendencia para bien de multitud de desgracias”.
Espacio sagrado: ¿Qué le preguntarías a Mamerto en el 2022 sobre la esperanza?
