El 25 de mayo pero de 1881 Fray Mamerto Esquiú siendo Obispo de Córdoba escribe su segunda Carta Pastoral de 28 páginas. Carta Pastoral que dedica al clero y al pueblo de la Diócesis.
La titula «Estad firmes en la fe» . Compartimos algunos párrafos, para la descarga completa en este link
“¿Qué cosa es la fé? Spreandarum substantia rerum, dijo el Apóstol (San Pablo). argumentum non aperentium: sustancia de lo que se espera, argumento de lo que no aparece”.
“Sin la fé, clamaba Pablo, el grande heraldo de los misterios del reino de Dios, sin la fé es imposible agradar á Dios; pues para acercarse á El es necesario creer que existe, y que es remunerador de los que le buscan (I). Nada, en efecto, hay mas caracterizado en el Evangelio que la importancia y necesidad de la fé”.
“La fé es un don gratuito de Dios, el primero y el mas precioso de todos los dones que hemos recibido de su mano misericordiosísima; pero como por nuestra parte libremente se le recibe, así también puede perderse por nuestra culpa; ah! y demasiado que en nuestros tiempos tiene lugar esta lamentable pérdida, á pesar de la luz con que hoy brilla la verdad de la fé, y de la necesidad que tiene de ella nuestro corazón, y de las hondas raíces con que la bondad de Dios suele prenderse a los pechos humanos! Es pues un deber nuestro señalaros las causas por donde viene la pérdida de fé, para que las eviteis”.
“Si queréis pues conservaros en la fé procurad ser buenos y virtuosos, y si claisen otros la integridad de esa misma fé, trabajad ante todo contra el pecado y los vicios de los cristianos. Un celo que declama contra la incredulidad, y se muestra impasible contra la corrupción de costumbres no es celo según ciencia”.
“Huid de tanto mal, señores y hermanos míos, permaneciendo firmes en la fé, en que habéis sido fundados por la inestimable gracia del bautismo y profesión de los cristianos. ESTAD FIRMES EN LA FÉ; ella es el germen, la celestial semilla de los bienes infinitos de nuestra esperanza; ella es la luz que cual antorcha en lugar oscuro nos dá el conocimiento de las verdades á que no alcanza la ciencia de todos los hombres; la fé nos pone en comunión con todos los santos; ella es el sólido y único fundamento de la amistad con Dios, la raíz de toda virtud y de la verdadera justicia, ella es el título que invoca la Iglesia delante de Dios en favor de sus hijos moribundos”.
“Habéis sido fundados en la fé, permaneced en la fé, vivid en la fé que es el principio de la Bienaventuranza, prenda de paz eterna en Jesucristo Nuestro Señor, á quien con el Padre y el Espíritu Santo se dé honor y gloria, y bendición, y acciones de gracias por los siglos de los siglos – Amen”.
