El viernes 22 de octubre, se llevó a cabo la presentación del libro “Beato Mamerto Esquiú, un catamarqueño a los altares”, autoría de Fray Eduardo Pablo Reartes, fraile de la Provincia Franciscana de la Asunción, actualmente sacerdote del Templo “Fray Pedro de Alcántara” mas conocido como Convento San Francisco o Iglesia San Francisco en Catamarca.
El acto tuvo como escenario el Complejo Cultural Esquiú, y contó con la presencia de autoridades eclesiásticas, educativas y de instituciones culturales, entre ellas el Canciller y Secretario General de la Curia Diocesana, Pbro. Diego Manzaraz; el Guardián del Convento Franciscano, Fray Eligio Bazán; el Representante Legal del Colegio Padre Ramón de la Quintana, Lic. Rubén Martí; la presidenta de la Sociedad Argentina de Escritores (SADE), seccional Catamarca, Prof. Hilda Angélica García; descendientes de la familia Esquiú y público en general.
La encargada de presentar la obra y a su autor fue la principal referente de la Sociedad Argentina de Escritores (SADE) en nuestra provincia, la Prof. Hilda Angélica García, quien afirmó que “la presentación de este libro nos enaltece por el tema que aborda y porque se trata de esta figura tan ligada a nuestros sentimientos de catamarqueños, la personalidad más relevante de la Iglesia Argentina y patriota preclaro, como decía el profesor Armando Raúl Bazán, que supo armonizar como nadie los requerimientos del Reino de Dios y del reino temporal, como fue el Beato Esquiú”.
“En este libro de Fray Pablo Reartes se advierte un trabajo de largas investigaciones documentales y bibliográficas en repositorios nacionales y extranjeros. Pero más allá de las probanzas, esto nos lleva a la reflexión sobre los signos en el tiempo que vivió Esquiú y el sistema de valores que influyó en su formación espiritual e intelectual”, destacó..
Una promesa a Fray Mamerto Esquiú
El padre Reartes agradeció a las personas presentes “en este momento” y luego confió que “este trabajo, si bien lo logré plasmar en dos años, ya lo venía pensando desde hace mucho tiempo. Es una promesa a Fray Mamerto Esquiú que al venir a mi tierra natal iba a empezar a escribir un libro. La pandemia ayudó, el encierro vino bien para ponerme a leer y estudiar, y aquí conseguí bibliografía que está agotada, es de los primeros años del siglo XX, de las primeras ediciones que ya no se encuentran”.
Matizó su relato con anécdotas vividas al encarar este proyecto, y comentó que se puso a “buscar qué se había escrito sobre Fray Mamerto Esquiú, qué faltaba, qué conocíamos los catamarqueños de él. Y descubrí que, en general, las biografías existentes coincidían en muchos datos históricos, pero los escritos eran poco conocidos, lo que dijo sobre la educación, la política, aparte los cinco sermones históricos estaban publicados, pero de manera dispersa”.
“Entonces -continuó- quise hacer una recopilación de las fuentes, porque Fray Mamerto Esquiú, desde jovencito, siendo ya fraile de este convento, registraba en su agenda todo lo que él vivía, no sólo las personas con las que se encuentra, sino su vida espiritual, escribía sus oraciones. Eso lo hizo siempre, pero a nosotros nos llega su diario personal desde 1862 hasta 1883, cuatro días antes de fallecer en El Suncho, el 11 de enero de 1883. Durante esos 21 años registró su itinerario espiritual”.
El Diario de Esquiú, una joya
Asimismo, resaltó la importancia del “Diario de Memorias y Recuerdos”, elaborado por Fray Mamerto González, “tomando el diario personal de Esquiú y sus cartas. Lamentablemente, esa edición ya está agotada: Tomo I – 1910, Tomo II – 1914, que incluyen la vida pública y privada de Fray Mamerto Esquiú”. Y consideró que “esto es muy importante porque el diario de Mamerto Esquiú es una joya espiritual”.
Continuando con el diálogo abordó su pensamiento sobre la educación, el periodismo, la política, entre otros aspectos, afirmando que “el legado de Fray Mamerto Esquiú es su vida polifacética, siendo fraile, sacerdote, obispo, no descuidó su ser civil, su ser patriota”.
“A los catamarqueños nos dejó un legado valiosísimo, que quizás todavía no llegamos a comprender, el amor a la familia, el respeto a las instituciones, a la vida y a la Iglesia. Decía que los catamarqueños teníamos dos grandes pilares: la Santísima Virgen del Valle y el convento San Francisco”, señaló.
Hacia el final, el autor pudo interactuar con el público respondiendo a las preguntas e inquietudes formuladas. La bienvenida a este valioso aporte, que vio la luz a más de un mes de la histórica ceremonia de beatificación del fraile catamarqueño y obispo de Córdoba Mamerto Esquiú, fue rubricada con calurosos aplausos.