En el marco del día de los Santos el 1 de noviembre se publicó un video sobre la santidad de Fray Mamerto Esquiú, destacando las virtudes en grado heroico. Texto Fray Pablo Reartes, Comisión Esquiú.
Hoy domingo primero de noviembre del 2020 la Vigésimo cuarta Jornada Nacional de oración por la santificación del pueblo argentino y la glorificación de sus siervos de Dios en el contexto del año mariano nacional.
Pasos en el proceso de canonización
En el proceso de canonización hay cuatro pasos siervo de Dios, venerable, beato y santo. Existen tres medios por los que una persona puede llegar a ser santa. El martirio, la vivencia de las virtudes en grado heroico, haber realizado un milagro. El culto tributado a los beatos y santos se llama “dulia” o “veneración” que se distingue del culto de la “latría” o “adoración” que se da solo a Dios, y el culto de “hiperdulía” o “sobre veneración” o “veneración superior” que se da solo a la Santísima Virgen María Madre de Dios. A los beatos se los representa con una aureola o rayos separados y a los santos
y a la Santísima Virgen María con una corona. Todos los beatos y santos han practicado las virtudes en grado heroico.
¿Qué significa esto? Se tratan de no solo del cumplimiento de los mandamientos y de vivir en gracia de Dios, sino que, está gracia se manifiesta en ellos de un modo sobre abundante.
Vivió todas las virtudes en grado heroico
Fray Mamerto Esquiú vivió las virtudes en grado heroico, las virtudes teologales, fe esperanza y caridad y las virtudes cardinales la prudencia, la justicia, la fortaleza y la templanza, sumado a los consejos evangélicos propios de su vida religiosa Franciscana, la pobreza la obediencia y la castidad.
Lo entregó todo
Como fraile menor consagró toda su vida a Dios vistiendo desde los 5 años el sayal franciscano. Entregó a Dios sus energías, su inteligencia, su esfuerzo en el estudio, su castidad, su alma, su espíritu.
Escribió siete sermones patrióticos, sirviendo en el confesionario y en la docencia. En el ambiente político buscando la unidad del pueblo argentino; y cuidó y amó a los pobres como al mismo Señor. Amó a la morena Virgen del Valle con dulzura y veneración y le dedicó oraciones, plegarias, novenarios y sermones.
Fray Mamerto Esquiú vivió y murió con fama de santidad, que es la opinión extendida entre todos los fieles acerca de la pureza e integridad de su vida. También murió con la fama “signorum” qué es la opinión difundida entre los fieles acerca de la gracia y de los favores recibidos a través de su intersección.
Existen en Catamarca miles de testimonios y escritos orales por favores recibidos de él. Fray Mamerto Esquiú realizó el milagro de la curación de una niña tucumana que nació con osteomielitis necrosante y se curó por la oración de su madre pidiendo la intercesión de Fray Mamerto y por haberle pasado una estampita con su reliquia sobre la pierna de su hijita.
Culto público a Esquiú
Al ratificar a Fray Mamerto Esquiú la Iglesia declara que se permite su culto público es decir en ciertos lugares geográficos como puede ser la diócesis de Catamarca o para un cierto grupo de personas, por ejemplo la orden de frailes menores, la Provincia franciscana de la Asunción. Se le pueden construir capillas, altares, oratorios, templos, etcétera y con el título de “beato” que significa “feliz” es decir que ya goza de la bienaventuranza eterna.