En el marco de la clausura del año de jubilar diocesano hoy sábado 25 de marzo en la Iglesia Catedral de San Miguel de Tucumán Nuestra Señora de la Encarnación, serán presentadas y entronizadas las reliquias del beato Fray Mamerto Esquiú, enviadas por la Arquidiócesis hermana de Córdoba.
«Las reliquias quedarán en Tucumán recordando que Fray Mamerto Esquiú estuvo en nuestra Iglesia Catedral cuando predicó en la consagración del templo, el 19 de febrero de 1856, unos años antes en 1853 el Beato había defendido la tan esperada declaración de la Constitución nacional en un fervoroso sermón.
Tener las reliquias del Beato Esquiú en nuestra arquidiócesis es un acontecimiento muy especial, un homenaje a la fe del pueblo tucumano por el milagro concedido una niña de nuestra ciudad, por la entrañable misericordia de Dios, por intercesión del Beato».
Historia
El 19 de febrero de 1856 el templo de la Iglesia matriz de Tucumán fue solemnemente inaugurado terminándose así la obra proyectada por el gobierno provincial a cargo del general Celedonio Gutiérrez (1847). Fray Mamerto, quien años antes, en 1853, había defendido con su famoso sermón la tan esperada Constitución Nacional predicó en la solemne celebración en la entonces Iglesia matriz. Tiempo después el 15 de febrero de 1897 el Papa León XXIII crearía la Diócesis de Tucumán y la Iglesia matriz sería elevada a su rango de Iglesia Catedral en una época tan convulsiva en la Argentina del siglo XIX.
Fray Mamerto supo ser portavoz de un pueblo que quería la paz, convirtiéndose en un ferviente defensor de la Constitución Nacional, con su voz profética propia de los próceres que van tejiendo los caminos de una nación, Fray Mamerto llegó a tantos, que era tan conocido como admirado.
Fray Mamerto Esquiú (1826 1883) fue beatificado el 4 de septiembre de 2021 luego de reconocerse la curación milagrosa de Emma afectada por el fémur de una de sus piernas.