Argentina y el mundo agradecieron el reconocimiento del nuevo beato
El domingo 5 de septiembre fue un día colmado de gratitud. En distintos rincones de Argentina y el mundo se celebraron misas de acción de gracias por el nuevo beato Fray Mamerto Esquiú. El encuentro principal tuvo lugar en El Suncho -departamento La Paz, lugar donde falleció el Obispo Esquiú- y con la misma devoción se vivieron las celebraciones posteriores en la Catedral de Córdoba, en la Catedral Basílica de Catamarca, en el Oratorio de Avellaneda, Córdoba -donde fuera sepultado primeramente Esquiú- y en Roma, en la Iglesia Nacional Argentina.
Un beato que siempre estuvo en el corazón de su pueblo
El encuentro que se llevó a cabo en El Suncho reflejó la gran devoción popular que desde hace años habita en los pobladores catamarqueños y provincias vecinas.
La jornada inició con una caravana que transportó las imágenes de la Virgen del Valle, del Beato Mamerto Esquiú, de la Virgen de la Merced y de los Patronos de las parroquias del Decanato Este y templos de la jurisdicción parroquial anfitriona.
La peregrinación fue acompañada por una marcha de bombos, por niños vestidos con el sayal franciscano, por misa chicos -genuina expresión de la devoción popular- y por fieles que se acercaban desde distintas localidades cercanas.
A la emoción de los primeros minutos se sumó la alegría de Doña Jovita -la conocida abuela cordobesa que interpreta el actor José Luis Serrano– que animó con sus palabras, cantos y reflexiones la espera de la celebración de la Santa Misa. Seguidamente se presentaron auto sacramentales, se narraron los últimos momentos de la vida del beato con representaciones escénicas y el equipo militar de paracaidismo del Ejército Argentino hizo un vuelo de reconocimiento luciendo en las telas los colores de la bandera argentina.
La Santa Misa fue presidida por el Legado Papal, el Cardenal Luis Héctor Villalba y concelebrada por el arzobispo de Buenos Aires, Mons. Mario Poli; el Obispo de Catamarca, Mons. Luis Urbanc, otros prelados y sacerdotes de la diócesis local y de diócesis hermanas. “Nuestro corazón se vuelve hacia el cielo, donde sabemos que Mamerto Esquiú participa de la felicidad de los beatos alabando e intercediendo por nosotros”, expresó el Legado Papal durante su homilía.
La celebración contó también con la asistencia de numerosas autoridades del ámbito local, provincial y nacional, por lo que el acto de El Suncho fue declarado de Interés Religioso y Parlamentario.
Como cierre de la gran fiesta se llevó a cabo un desfile cívico y militar con la participación de agrupaciones gauchas y ciclistas. Luego se sirvió un locro con la colaboración del Ejército Argentino. La imagen de Esquiú volvió a Recreo para quedar en la sede parroquial donde el Beato podrá ser venerado.