Prensa Beatificación de Esquiú.
A días de vivir un momento histórico para la Diócesis de Catamarca, en comunión con todo el país y el mundo, cual es la ceremonia de Beatificación de nuestro fraile franciscano Mamerto Esquiú, se preparan detalles y gestos que estarán presentes durante los días festivos que se realizarán entre el viernes 3 y el domingo 5 de septiembre próximos. Uno de ellos se gesta en la posta de El Suncho, geografía profundamente ligada a la vida del futuro beato.
Esta zona del Este catamarqueño, será otro de los escenarios donde se vivirá esta fiesta de la fe. Allí, durante la noche del sábado 4 de septiembre, habrá una Vigilia, mientras que el domingo 5, a las 9.30, se celebrará la Misa de Acción de Gracias. En esta Eucaristía habrá una ofrenda especial, consistente en un cáliz y una patena, objetos litúrgicos que fueron confeccionados con arcilla roja propia del departamento La Paz. La idea de este detalle surgió del padre Domingo Chaves, párroco de San Roque, en Recreo, que ejecutó la ceramista y artista plástica local, Viviana Raquel Averboch, dando a luz estas piezas únicas.
La obra
Sobre el proceso de elaboración de estas obras artesanales, su autora comentó que en la parte previa hubo una etapa de investigación, en cuanto al significado, cánones y estilos de los cálices, para así comenzar a bocetar y definir la forma, respetando cada una de las partes propias del cáliz. Luego vino la preparación y el acondicionamiento de la arcilla roja característica de esta zona, para iniciar la forma de la pieza en el torno alfarero. Una vez lograda la misma y luego de hornearse, fue necesario retornear, para así definir y estilizar las formas.
Lo central de este cáliz son las figuras que lo adornan, por cuanto tiene representadas en relieve escenas fundamentales de la vida del Padre Esquiú. “No fue tarea sencilla decidir los puntos más relevantes e importantes de la vida del fraile, para luego poder sintetizar y llevarlos a imágenes. Para ello fue imprescindible la investigación en diferentes textos sobre la vida y obra de Fray Mamerto Esquiú”, señaló Viviana.
Es así que se trazaron la imagen de la Casa Natal, luego en un primer plano está la figura de la madre vistiéndolo con el sayal de fraile, está representada también la fachada del Convento de San Francisco de Asís. Además, figuran de manera simbólica una mano escribiendo con una pluma, recordando así los sermones. Se ve el rostro de Esquiú como obispo de la Diócesis de Córdoba y finalmente se puede observar la capilla de El Suncho.
El pie del copón lleva una talla de guardas decorativas que corresponden a la cultura de los pueblos originarios catamarqueños, y tanto su interior como el de la patena están impermeabilizados con esmalte de cristal alcalino. Sobre el impacto y la responsabilidad que significó concretar estas piezas, la profesora Averboch manifestó que “fue un honor hacer esta pieza de cerámica tan importante. Me enorgullece enormemente.
Este cáliz, de alguna manera es el fruto de la experiencia y el compromiso que siento con el arte cerámico, desde mi lugar como docente en la Escuela Secundaria de Arte Nº1 de Recreo, y ahora desde un taller de producción particular, con la visión y el compromiso del desarrollo personal y el de mi comunidad”.