Esquiú, ciencia y fe

Ago 17, 2021 | Encuentros virtuales, Fray Mamerto Esquiú

Fray Marcelo E. Méndez, ofm

Con grande alegría deseo saludarlos, como vice postulador de la causa de canonización de fray Mamerto Esquiú y como perteneciente a la Orden de los Frailes Menores, y felicitarlos por este Primer Congreso Académico del Beato Fray Mamerto Esquiú por esta iniciativa maravillosa, que servirá seguramente para hacernos crecer en el amor y en el conocimiento de fray Mamerto.
El lema de este Congreso es “Constructores de la Fraternidad y de la Amistad Social”. Esta iniciativa magnífica da un lustro particular en la preparación de la ceremonia del rito de la Beatificación de nuestro hermano, Fray Mamerto.

En estos días profundizarán en el conocimiento científico e intelectual de esta figura insigne de nuestra Patria, en el aspecto jurídico, educativo, periodístico, social, filosófico, teológico, etc.
El Santo Padre Francisco ha querido en la Bula que determina la Beatificación de fray Mamerto poner de manifiesto la visión social en este hombre de fe. Y qué mejor, para conjugar todos estos aspectos en la figura poliédrica de Esquiú que reflexionar sobre su pensamiento en cuanto a la relación entre ciencia y la piedad cristiana.

En este Congreso Académico tendrán la oportunidad de desarrollar tantos aspectos a nivel científico. Pues bien, fray Mamerto articula, de modo particular y significativo, las dos nociones, tanto la piedad cristiana como la ciencia de manera armónica, siguiendo sus maestros, san Agustín, santo Tomás de Aquino, san Buenaventura, al beato Juan Duns Scoto, y fundamentalmente a la Sagrada Escritura, destacando la conformidad que hay entre ellas.

Esquiú, en su Sermón del 23 de diciembre de 1881, en homenaje al obispo franciscano fray Fernando de Trejo y Sanabria, fundador de la primera Universidad Católica en Córdoba, en territorio argentino, realza el hecho que la piedad y la ciencia no se contraponen. “La piedad no reprueba la ciencia, sino la vana hinchazón y jactancia de la ciencia. No negamos su valor y hermosura, antes reconocemos con nuestros grandes teólogos que en el orden sobrenatural las virtudes intelectuales son de mayor precio que las morales”.

No solo la piedad y la ciencia se armonizan en sus respectivos ámbitos, sino que para Esquiú “…la ciencia es un deber, uno de tantos que impone la piedad cristiana…”. Éste es un aspecto muy importante, la fuerza que imprime Esquiú, poniendo a la ciencia dentro de aquellas que son las virtudes cristianas, que todo cristiano debe desarrollar, dando un fuerte empuje a la renovación espiritual e intelectual de la persona humana. Y nuevamente en 1881, y en este contexto, aparece el tema de la crítica al principio político de la soberanía. Es interesante que fray Mamerto aproveche la reflexión sobre las relaciones entre piedad y ciencia, entre la fe y la razón, para deducir de allí algunos puntos que tienen que ver con el despliegue de los principios contrarios al genuino orden político.

Comentando los pormenores, las vicisitudes, las circunstancias que rodean la vida de Fernando de Trejo y Sanabria, destaca que en ese despliegue vital se manifiesta la “… piedad cristiana, humilde e inerme, junto a la ciencia de este hombre de fe…”.

Quiera el Señor bendecirlos y bendecir este Congreso, para que puedan continuar este trabajo necesario y extraordinario que están llevando adelante. Felicitaciones, una vez más, que la Virgen del Valle los proteja y que fray Mamerto Esquiú sea para nosotros una antorcha que nos indique el camino para vivir más unidos, progresando en serenidad y concordia.

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